miércoles, 22 de octubre de 2014

EL VERDADERO MISIONERO


El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera. Si uno no lo descubre a Él presente en el corazón mismo de la entrega misionera, pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión. Y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadir.