“Empujados por el Espíritu...”Así titula el papa Francisco su Mensaje para la 54 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Es el Espíritu el que mueve los corazones para ir a evangelizar. La dimensión misionera nace de la entraña de la fe. Es Dios mismo quien llama y envía. La vocación no es algo añadido: es fruto del amor de Dios que llama.
“Aquí estoy, envíame” La llamada a una vida de especial consagración o al sacerdocio implica una respuesta de docilidad y confianza. Es el compromiso para dejar a un lado la tranquilidad de una vida más o menos acomodada, y salir al encuentro del otro para llevarle a Dios.
Cartel de la Jornada de Oración por las Vocaciones y Vocaciones Nativas
En este día en el que se celebran cojuntamente estas dos jornadas vocacionales con el fin de promover la oración y la colaboración para que Dios envíe nuevas vocaciones a su Iglesia y para que las vocaciones nacientes en los territorios de misión tengan los recursos necesarios para su formación y sostenimiento. El cartel recoge estos dos aspectos con las fotografías.
La fotografía general, en el ángulo inferior derecho, visibiliza la alegría de quienes han decidido seguir al Maestro. Así nacen las vocaciones: en un ambiente de alegría, oración y comunión. Todos caminan juntos, compartiendo su fe.
Tres fotos de vocaciones: vocación al sacerdocio, para estar cerca del hermano; vocación a la vida consagrada, con un grupo de jóvenes que muestra su alegría después de haber respondido “Aquí estoy, envíame”; y vocaciones nativas, en un lugar de misión, que reflejan esa misma alegría tras descubrir que la vida recobra sentido si se entrega a los demás.