viernes, 26 de octubre de 2018

ROSARIO MISIONERO EN ALCALÁ EL DÍA DEL DOMUND

El pasado 21 de octubre, con motivo de la celebración en toda la Iglesia del día del Domund (Domingo Mundial de las misiones), y coincidiendo con el mes de octubre, mes dedicado al Rosario, la Delegación de misiones de la diócesis de Alcalá de Henares, organizó un rosario misionero por las calles de la ciudad complutense.
La concentración tuvo lugar, a las 20 horas, en la Plaza de las Bernardas desde donde se comenzó a caminar, por distintas calles céntricas de la ciudad, mientras se rezaba esta oración tan querida por Nuestra Madre. Siguiendo la dinámica del rosario misionero, cada uno de los misterios estaba dedicado a un continente y ofrecido por él, por sus misioneros y el florecimiento de su Iglesia. Cada misterio iba dirigido por personas oriundas del continente mencionado o por misioneros que han trabajado evangelizando en él. Algunos de ellos, ataviados con los trajes típicos de su tierra o con cantos y oraciones en sus respectivos idiomas dieron un toque original al rezo del rosario.
Agradecemos desde estas líneas a todos aquellos que colaboraron en la celebración de este rosario. En primer lugar a nuestro obispo, D. Juan Antonio Reig Pla, por acompañarnos y animarnos, con sus palabras, a seguir siendo testimonio de la Iglesia en el mundo; a la comunidad africana presente en la parroquia Virgen de Belén, a los miembros de los seminarios diocesanos de La Inmaculada y “Redemptoris Mater” de Alcalá de Henares, a los miembros de la fraternidad misionera “Verbum Dei”, a las jóvenes chinas que rezaron el último misterio, al grupo diocesano de evangelización “Kerigma” y a todos aquellos que nos acompañaron en esta nueva iniciativa de la Delegación de misiones de nuestra diócesis.

Que Nuestra Madre interceda ante su Hijo para que en los jóvenes se despierte el fervor misionero de otros tiempos y acudan, sin miedo, al encuentro de aquellos que no le conocen.


Que Nuestra Madre interceda ante su Hijo para que en los jóvenes se despierte el fervor misionero de otros tiempos y acudan, sin miedo, al encuentro de aquellos que no le conocen.