El pasado 30 de octubre de 2021, la Delegación de Misiones en
colaboración con la Escuela Diocesana de Evangelización, tuvo la alegría de
poder organizar de nuevo el Rosario Misionero de Antorchas que lleva celebrándose
en Alcalá de Henares desde el año 2015, para rezar por las misiones y por los
misioneros, especialmente por los que salieron de nuestra diócesis, y para
pedir al Señor «que siga enviando “obreros a su mies”, a la gran mies de las
misiones cuyo campo abarca hoy el mundo entero».
El cielo amaneció encapotado en Alcalá y el agua nos acompañó
en varios momentos de la jornada. Las previsiones de lluvia a la hora de
comenzar el Rosario superaban el 95%. La salida estaba prevista, si se podía,
desde la iglesia de San Bernardo, en la plaza de las Bernardas. Si no podíamos
salir, rezaríamos en la iglesia. Pero, después de dos años sin poder recorrer
las calles de Alcalá con esta intención misionera, la Virgen peregrina de
Fátima no quería quedarse en casa. Contra toda previsión meteorológica,
puntualmente a las 8:30 de la tarde, la Virgen salió rodeada de antorchas y
velas para pasear con sus hijos, rezando por sus misioneros.
Impresionó a los asistentes el silencio y el recogimiento del
acto, entremezclado por la alegría y fraternidad de los asistentes. Nuestro
Rosario era un mosaico de razas y pueblos que hacía exclamar de nuevo, como
antaño: «Mirad cómo se aman». El primer misterio lo ofrecimos por África y lo
rezó en lengua igbo la comunidad nigeriana de nuestra diócesis, que se reúne en
la parroquia de Ntra. Sra. de Belén. Sus alegres cantos africanos sorprendieron
a los ocupantes de las terrazas de la plaza de los Santos Niños a la que
habíamos llegado rodeando las andas de la Virgen. El segundo misterio lo
ofrecimos por América y lo rezamos en portugués. El popular Ave de Fátima
resonó entre los soportales de la calle Mayor, atrayendo la atención de todos.
El tercer misterio lo ofrecimos por Europa. Se lo encomendamos a la comunidad
ucraniana de Alcalá, herederos de un pueblo que ha conservado la fe
defendiéndola de la persecución comunista. El coro de la comunidad ucraniana
nos admiró no solo por sus voces, sino por la unción de sus cantos. El cuarto
misterio lo ofrecimos por Oceanía y lo dirigió Teresa Gasparin, australiana, de
la comunidad misionera Verbum Dei. Algunos hermanos filipinos de la comunidad Verbum
Dei entonaron un pegadizo Magnificat que fue el éxito de la noche. El quinto
misterio lo ofrecimos por Asia y lo rezó en chino la Hna. Amelia Ong, de las
Siervas del Hogar de la Madre, quien también cantó a Nuestra Madre del Cielo en
la lengua de sus antepasados.
La procesión terminó su recorrido entrando de nuevo en la
iglesia de las Bernardas, pero estábamos tan a gusto con Nuestra Madre que nadie
se quería ir, por eso fuimos entonando una canción tras otra en honor de la
Madre de los misioneros. Así nos encontró nuestro obispo, Mons. D. Juan Antonio
Reig Pla, que regresaba al Palacio Arzobispal después de un compromiso
pastoral. Con sus palabras de agradecimiento y su bendición, terminó la
jornada.
Como una
imagen vale más que mil palabras, les dejamos este vídeo que acabamos de
publicar en el canal You Tube del Obispado Alcalá de Henares: https://www.youtube.com/watch?v=zs3azyi8EAk
Y por si a alguien le resulta útil, hemos publicado en este
link las meditaciones que preparamos para el Rosario Misionero de Antorchas.
Que Nuestra Madre del Cielo nos bendiga a todos, de manera
especial a sus hijos misioneros.
Hna. Beatriz
Liaño
Secretaria dela Delegación de Misiones de Alcalá de Henares