En el mes de diciembre de 2022, fuimos a visitar el CEIPS
Martina García de Fuente el Saz (Madrid). Los niños y niñas del colegio habían reunido
una generosa colecta (¡368 euros!) que nos entregaron con una petición
entrañable:
querían pagar la comida de
Navidad del comedor infantil del Fortín, un barrio de invasión, muy pobre,
en la periferia de Guayaquil donde trabajan los Grupos Misioneros del Hogar de
la Madre.
El 10 de febrero de 2023 volvimos al CEIPS Martina García de
Fuente el Saz. Llevábamos una memoria llena de fotos y vídeos para mostrar a
los alumnos la preciosa fiesta de Navidad que habíamos podido organizar con su
donativo y con la ayuda de otros benefactores. Con lo recaudado en el colegio
de Fuente el Saz, las hermanas pagaron una comida de fiesta para los niños que
consistió en una hamburguesa, una bebida y el postre. Y con otras ayudas,
pudieron alquilar varios juegos que hicieron de la Misión del Fortín casi, casi,
un parque de atracciones: había una cama elástica, un castillo inflable, un
futbolín, una canasta, un pingpong… A los niños del CEIPS Martina García les
sorprendía ver que, cosas que están al alcance de su mano casi cada vez que las
quieren, para estos niños era algo tan extraordinario.
Las imágenes
mostraban además lo más importante que reciben estos niños en la Misión del
Fortín. Les ofrecen la oportunidad de conocer a Jesús a través de la
oración, de la catequesis y del testimonio de amor y de entrega de los Siervos
y Siervas del Hogar de la Madre y de los voluntarios que sostienen toda la
labor que se hace allí, muchos de ellos miembros del Hogar de la Madre. De esta
forma, estos niños pueden llegar a saber que han sido creados por amor y que
Jesús les ha confiado una misión al servicio del amor. ¿Cuál? Su misión consiste
en transformar los barrios en los que viven, tan duros, tan violentos y
peligrosos, en lugares donde reine Jesús y reine el amor. Para conocer su misión y el sentido de su vida, estos niños necesitan
de los misioneros. Y yo te pregunto: ¿Te estará llamando Jesús a ti para que
seas su misionero? ¿Se lo has preguntado ya?
Antes de irnos, Helena Tortosa se nos acercó de nuevo. Tiene
solo 11 años. Había hecho una nueva colecta entre familiares y amigos y había
reunido 191 euros. Como la otra vez, traía anotados todos los donativos
recibidos. Sigue pidiendo que recemos por su madre, enferma de cáncer, y por
sus abuelos. Otros niños habían traído también pequeños donativos: Claudia,
Paula, Sara, Jorge… Entre todos han reunido 205,26 euros. Vamos a enviar este
dinero a la misión del Fortín para cubrir una beca de comedor de uno de estos
niños pobres.
Que aprendamos de los niños a colaborar con la misión con
nuestra oración, con nuestra aportación económica y con nuestra disponibilidad
personal para lo que Jesús quiera de nosotros.