miércoles, 4 de marzo de 2015

NOVENA A SAN FRANCISCO JAVIER

Hoy comienza la novena a San Francisco Javier, Patrono Universal de las Misiones.



ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Eterno Dios, Creador de todas las cosas : acuérdate que Tú creaste las almas de todos los hombres, haciéndolas a tu imagen y semejanza. Mira, Señor, cuántos mueren sin conocerte. Acuérdate, Padre celestial, de tu Hijo Jesucristo, que derramando libremente su sangre, padeció por ellos. No permitas que sea tu Hijo por más tiempo menospreciado e ignorado por los no creyentes, sino que sea reconocido con los ruegos y oraciones de tus escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa bendita de tu mismo Hijo. Acuérdate de todos los hombres y mujeres que no creen en ti. Haz que ellos conozcan también al que enviaste, Jesucristo, tu Hijo, que es salvación, vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos; a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Aquí se reza un Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Luego la reflexión correspondiente al día de la Novena

Después de la reflexión correspondiente a cada día, se pide la gracia que se desee conseguir.

Por último se rezan las dos siguientes oraciones:

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

Amabilísimo y amantísimo San Francisco Javier: adoro contigo humildemente a la Divina Majestad y le doy gracias por los singulares dones de gracia que te concedió en vida y por la gloria de que ya gozas. Te suplico con todo el afecto de mi alma, me consigas por tu poderosa intercesión, la gracia importantísima de vivir y morir santamente. Te pido también que me alcances la gracia especial que pido en esta novena...(aquí se piden las gracias espirituales y temporales que se desean). Y si lo que pido no conviene a la mayor gloria de Dios y bien de mi alma, quiero alcanzar lo que para eso fuere más conveniente. Amén.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier: concédenos a los que veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, que imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.



 DIA 1
Preparación y formación para la misión
Desde niño, Javier había recibido lecciones de gramática y latín. Cuando tenía 19 años, partió hacia París, para estudiar en la Universidad de Sorbona donde,  como correspondía a un segundón de familia noble, iba a prepararse para la carrera eclesiástica. Allí, Javier ingresó en el Colegio de Santa Bárbara, dejó el traje de gentilhombre y se vistió de universitario. Las clases duraban más de nueve horas al día entre lecciones, repeticiones, disputas y demás.  Profesores y alumnos se levantaban a las 4 de la mañana, y estudiaban casi de corrido, salvo respectivas pausas para almorzar y cenar, hasta las 9 de la noche, en que llegaba el toque de silencio y a dormir. Es difícil imaginar hoy la disciplina, la austeridad y aun la pobreza casi monacal que reinaba en estos Colegios. Las aulas no tenían bancos ni sillas. Los alumnos se sentaban en el suelo, cubierto de una capa de heno que mitigaba el frío en el invierno y daba frescor en verano.

Durante cinco años cursó sus estudios de Humanidades y Artes, obteniendo el título de Maestro en Artes, y luego seis años más hasta obtener el Doctorado en Teología.

Cuando Dios lo llevó a tierras lejanas a predicar, Francisco debió dedicar largas horas al aprendizaje de los idiomas y dialectos de los pueblos donde Dios lo iba llevando, tarea que no le resultaba nada fácil, como así también a aprender la historia y la cultura de los distintos pueblos. Así debió aprender chino, japonés y los dialectos de varias tribus de nativos de las costas de la India.

Pero Francisco siempre fue consciente de que las horas dedicadas a su formación, eran necesarias para poder responder de la mejor manera posible al mandato que Jesucristo le había hecho: predicar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Sabe que lo aprendido no es para uno mismo, sino para darlo a los demás. Tal es así que en su primer viaje a la India, desde Cochín, escribe en una carta pidiendo más misioneros: "Muchas veces me vienen pensamientos de ir a los Colegios de esas partes, dando voces, como hombre que tiene perdido el juicio, y principalmente a la universidad de París, y decirles a los que tienen más letras que voluntad para disponerse a fructificar con ellas, cuántas almas dejan de ir a la gloria y van al infierno por la negligencia de ellos..."

Oración
Señor Dios, Padre y Maestro de la humanidad, enséñame a seguir tus caminos y a ser un verdadero testigo tuyo delante de los hombres. Se que nada puedo solamente con mis capacidades, pero también sé que de ellas te vales Tu para hablar a los hombres. Te pido que me des la fortaleza y el empeño que tuvo San Francisco Javier, para dedicarme con esmero a forjar mi inteligencia y mis habilidades, y asi poder ser un istrumento util y efectivo para la expansion de tu Reino en medio de los hombres.

Maestro mio, se que solo en Ti encontrare la plena felicidad para mi alma. Por eso quiero dejarme moldear por ti, como la vasija en las manos del alfarero. Dame un corazon de discipulo que se goce en escuchar tu voz y en aprender sentado a los pies su Maestro, y crezca en conocimiento y en virtud hoy y siempre, hasta el final de mi vida. Amen.

Fuente: Obras Misionales Pontificias de la Arquidiócesis de Salta (Argentina)