sábado, 7 de marzo de 2015

CUARTO DÍA NOVENA SAN FRANCISCO JAVIER

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Eterno Dios, Creador de todas las cosas : acuérdate que Tú creaste las almas de todos los hombres, haciéndolas a tu imagen y semejanza. Mira, Señor, cuántos mueren sin conocerte. Acuérdate, Padre celestial, de tu Hijo Jesucristo, que derramando libremente su sangre, padeció por ellos. No permitas que sea tu Hijo por más tiempo menospreciado e ignorado por los no creyentes, sino que sea reconocido con los ruegos y oraciones de tus escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa bendita de tu mismo Hijo. Acuérdate de todos los hombres y mujeres que no creen en ti. Haz que ellos conozcan también al que enviaste, Jesucristo, tu Hijo, que es salvación, vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos; a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Aquí se reza un Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Luego la reflexión correspondiente al día de la Novena

Después de la reflexión correspondiente a cada día, se pide la gracia que se desee conseguir.

Por último se rezan las dos siguientes oraciones:

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

Amabilísimo y amantísimo San Francisco Javier: adoro contigo humildemente a la Divina Majestad y le doy gracias por los singulares dones de gracia que te concedió en vida y por la gloria de que ya gozas. Te suplico con todo el afecto de mi alma, me consigas por tu poderosa intercesión, la gracia importantísima de vivir y morir santamente. Te pido también que me alcances la gracia especial que pido en esta novena...(aquí se piden las gracias espirituales y temporales que se desean). Y si lo que pido no conviene a la mayor gloria de Dios y bien de mi alma, quiero alcanzar lo que para eso fuere más conveniente. Amén.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier: concédenos a los que veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, que imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.


DIA 4
Se hizo uno con los demás
Donde iba, Francisco se adaptaba plenamente al pueblo con el que vivía. Con los pobres comía arroz y dormía en el suelo de una pobre choza. Francisco supo llegar al corazón de aquellos a quien Dios le había encomendado evangelizar. Para esto aprendió a conocer en profundidad a sus interlocutores, y a inculturar la Buena Noticia en sus vidas. En Goa (India), para instruir a los pequeños y a los ignorantes, el santo solía adaptar las verdades del cristianismo a la música popular, un método que tuvo tal éxito que, poco después, se cantaban las canciones que él había compuesto, lo mismo en las calles que en las casa, en los campos que en los talleres.
Con varios siglos de adelanto, dio protagonismo a los laicos en la Iglesia: en cada poblado formó catequistas, encargados de enseñar la fe, bautizar a los niños, cuidar de la iglesia, etc. Compuso un catecismo, que estuvo en vigor dos siglos. Su amor y su entrega hicieron que los paravas de la India le consideraran un padre.

En Japón, Francisco comenzó predicando en las calles, pero, más tarde, prefirió el trato personal, en los domicilios, mediante conversaciones y disputas en las que aprendía a apreciar la profundidad del alma japonesa. Pronto logró traducir al japonés una exposición muy sencilla de la doctrina cristiana que repetía a cuantos se mostraban dispuestos a escucharle. De esta manera, al cabo de un año de trabajo, había logrado unas cien conversiones. Si bien algún milagro o gesto heroico le abrían las puertas, las conversiones eran  fruto de la argumentación y la discusión, y se producían por convicción en lo profundo del corazón de sus interlocutores.

Oración
Padre nuestro, que nos hiciste a tu imagen y semejanza y que entraste de una vez y para siempre en nuestra historia por medio de tu Hijo Jesucristo. Te pido que me ayudes a desarrollar, como Francisco Javier, la capacidad de hacerme uno con los demás, de llegar a sus corazones para poder sembrar ahí la semilla de tu Palabra.

Dios cercano, que quisiste asumir nuestra naturaleza humana para elevarla y redimirla, dame un corazón sensible, capaz de llegar al corazón de los demás, de comprender sus inquietudes y necesidades, de compartir sus alegrías y tristezas, de perdonar sus defectos y debilidades, y de transformarlos encarnando en ellos tu Evangelio, y la alegría que solo se encuentra en Ti. Amen.