domingo, 8 de marzo de 2015

QUINTO DÍA NOVENA SAN FRANCISCO JAVIER


ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Eterno Dios, Creador de todas las cosas : acuérdate que Tú creaste las almas de todos los hombres, haciéndolas a tu imagen y semejanza. Mira, Señor, cuántos mueren sin conocerte. Acuérdate, Padre celestial, de tu Hijo Jesucristo, que derramando libremente su sangre, padeció por ellos. No permitas que sea tu Hijo por más tiempo menospreciado e ignorado por los no creyentes, sino que sea reconocido con los ruegos y oraciones de tus escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa bendita de tu mismo Hijo. Acuérdate de todos los hombres y mujeres que no creen en ti. Haz que ellos conozcan también al que enviaste, Jesucristo, tu Hijo, que es salvación, vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos; a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Aquí se reza un Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Luego la reflexión correspondiente al día de la Novena

Después de la reflexión correspondiente a cada día, se pide la gracia que se desee conseguir.

Por último se rezan las dos siguientes oraciones:

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

Amabilísimo y amantísimo San Francisco Javier: adoro contigo humildemente a la Divina Majestad y le doy gracias por los singulares dones de gracia que te concedió en vida y por la gloria de que ya gozas. Te suplico con todo el afecto de mi alma, me consigas por tu poderosa intercesión, la gracia importantísima de vivir y morir santamente. Te pido también que me alcances la gracia especial que pido en esta novena...(aquí se piden las gracias espirituales y temporales que se desean). Y si lo que pido no conviene a la mayor gloria de Dios y bien de mi alma, quiero alcanzar lo que para eso fuere más conveniente. Amén.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier: concédenos a los que veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, que imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

DIA 5
Su vida fue un testimonio de amor
La vida de Francisco fue un testimonio permanente de amor al prójimo. Cuando recién iniciaba su primer viaje misionero, se desató a bordo una epidemia de escorbuto, por lo que Francisco convirtió su camarote en enfermería y se dedicó a cuidar a todos los enfermos.

En la India, pasaba sus mañanas asistiendo y consolando a los enfermos y a los presos, en hospitales y prisiones miserables.  Cuenta Francisco en una de sus cartas: "Aquí en Goa dediqué mucho tiempo al hospital; confesaba y comulgaba a los enfermos que allí estaban; eran tantos los que venían a confesarse, que, si estuviera en diez partes partido, en todas ellas tuviera que confesar. Después de cumplir con los enfermos, confesaba por la mañana a los sanos que me venían a buscar; y después de mediodía iba a la cárcel a confesar los presos, dándoles alguna orden e inteligencia primero del modo y orden que habían de tener para confesarse generalmente…"

Todos los domingos celebraba la misa a los leprosos, predicaba a los cristianos y a los hindúes y visitaba las casas de todos .  Su amabilidad y su caridad con el prójimo le ganaron muchas almas.  Su amor y su entrega hicieron que los paravas le consideraran un padre. En estos lugares, cuando llegaba, bautizaba a todos los muchachos que no eran bautizados; de manera que bauticé una gran multitud de infantes que no sabían distinguir la mano derecha de la izquierda. Cuando llegaba en los lugares, no me dejaban los muchachos ni rezar el Oficio, ni comer, ni dormir, sino que les enseñara algunas oraciones. Entonces comencé a conocer por qué de los tales es el reino de los cielos.

Oración
Señor Dios, que no nos llamaste servidores, sino amigos, te pido que me ayudes a imitar a San Francisco Javier en su heroica virtud de la entrega a los demás. Prepara mi corazón para estar siempre dispuesto a ayudar a quienes lo necesiten, aun cuando no me lo pidan. Que sepa descubrir en cada hombre y mujer, un hermano a quien amar.