jueves, 9 de junio de 2016

AUDIENCIA DEL PAPA A DIRECTORES OMP

"Debemos crecer en pasión evangelizadora" recomendó el papa Francisco a los directores de Obras Misionales


El Papa Francisco recibía en audiencia a los participantes en la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias,asamblea que ha reunido durante la pasada semana a los directores nacionales de las OMP llegados de todo el mundo. A ellos ha dirigido el Papa unas palabras de agradecimiento por su “precioso servicio a la misión de la Iglesia”.

El Papa ha recordado el centenario de la fundación de la Pontificia Unión Misional (PUM), una de las cuatro Obras, que tuvo como fundador a un sacerdote misionero italiano, el beato Paolo Manna. Su aportación ha llevado a la Iglesia “a tener una mayor conciencia de la propia naturaleza misionera”.

“Queridos Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias”, les decía el Papa, “la misión hace a la Iglesia y la mantiene fiel al querer salvífico de Dios. Por eso, aun siendo importante que os preocupéis de la recogida y distribución de las ayudas económicas, que diligentemente administráis a favor de tantas iglesias y tantos cristianos necesitados, un servicio que os agradezco, os exhorto a no limitaros sólo a este aspecto. Se necesita ‘mística’. Debemos crecer en pasión evangelizadora. Tengo miedo – os lo confieso – de que vuestra obra se quede en muy organizativa, perfectamente organizativa, pero sin pasión. ¡Esto lo puede hacer también una ONG, pero vosotros no sois una ONG! Vuestra Unión sin pasión no sirve; sin ‘mística’ no sirve. Y se debemos sacrificar algo, sacrifiquemos la organización, vayamos adelante con la mística de los Santos. Hoy, vuestra Unión misional tiene necesidad de esto: la mística de los Santos y de los Mártires. Y esta es lagenerosa labor de formación permanente a la misión que debéis hacer; que no es sólo un curso intelectual, sino que ha de estar insertado en esta ola de pasión misionera, de testimonio martirial. Las Iglesias de reciente formación, ayudadas por vosotros, gracias a su formación misionera permanente, podrán transmitir a las Iglesias de antigua fundación, a veces agobiadas por su historia y un poco cansadas, el ardor de la fe joven, el testimonio de la esperanza cristiana, sostenida por el coraje admirable del martirio. Os animo a servir con gran amor a las Iglesias que, gracias a los mártires, nos dan testimonio de cómo el Evangelio nos hace partícipes de la vida de Dios, y lo hacen por atracción y no por proselitismo”.

“En este Año Santo de la Misericordia, el ardor misionero que consumía al beato Paolo Manna, del cual surgió la Pontificia Unión Misional, siga hoy haciendo arder, apasionar, repensar y reformar el servicio que esta Obra está llamada a ofrecer a toda la Iglesia. Vuestra Unión no debe ser la misma el próximo año que este año: debe cambiar en esa dirección, debe convertirse con esta pasión misionera. Mientras agradezco al Señor sus cien años, espero que la pasión por Dios y por la misión de la Iglesia lleve también a la Pontifica Unión Misional a repensarse en la docilidad al Espíritu Santo, a la vista de una reforma adecuada de sus modos de actuar – adecuada reforma, es decir conversión y reforma –y de una auténtica renovación para el bien de la formación permanente a la misión de todas las Iglesias. A la Virgen María, Reina de las Misiones, a los santos Pedro y Pablo, a san Guido María Conforti y al beato Paolo Manna confiamos con gratitud vuestro servicio. Os bendigo de corazón y os pido por favor que recéis por mí, para que no me deslice en la ‘beata quiete’; para que también yo tenga ardor misionero para seguir adelante”.


OMPress, junio 2016